martes, 10 de mayo de 2011

Lo tengo claro

He vuelto hace unos días de mis vacaciones, con mi morenito dorado precioso, que se está empezando a descuartizar, y en breve no será más que un recuerdo, como el resto de los estupendos días que pasé en Benidorm, y de los que hablaré largo y tendido en otra ocasión.
Hoy quiero centrarme en la terrible desgracia que se cierne sobre mí, más concretamente sobre mi espalda, que se ha pelado como una gamba, y sobre mi cara, que lleva el mismo camino, como no lo remedie milagrosamente.

Pero tengo claro lo que he de hacer, así que no habrá ningún problema.
Debo ir a una de esas perfumerías a granel que hay en cada ciudad, y comprar la crema que necesito.

Lo único que debo tener claro es la crema que quiero comprar, porque si no, correría el riesgo de que una amable dependienta me haga un placaje en toda regla y termine llevándome una cajita de Chanel que cuesta 218€ ( verídico) y encima creyendo que por ese precio me voy a convertir en Claudia Schiffer.
No, no lo permitiré. Sé de sobra el tipo de crema que necesito y no me voy a dejar engañar.
Lo primero que busco en una crema es que sea muy hidratante, para solucionar los estragos del calor y del sol, pero a la vez tengo que tener cuidado con los antiestéticos brillos que aparecen en la zona "T", por lo que mi crema deberá ser hidratante, pero para pieles mixtas antibrillos.
Bien. Por otro lado hay que tener en cuenta las pequeñas ( y también antiestéticas) arruguitas que nos salen a todas ( no a mí sola) alrededor de los ojos, por lo que mi crema ha de ser muy hidratante, para pieles mixtas antibrillos y con colágeno para el contorno de ojos.
Vamos bien. No menos importante es el tema de la flacidez en el óvalo de la cara ( antiestético que te cagas), por lo que buscaré un crema con baba de caracol que creo que es lo más para eso.
Por lo que resumiendo mi crema será muy hidratante, para pieles mixtas antibrillos, con colágeno para el contorno de ojos y baba de caracol para el óvalo.
Me gustaría que además controlar la luminosidad de mi piel, para parecer radiante ( que es super-estético), y creo que eso sólo lo logra el caviar ( que yo, si me dan a elegir, preferiría comérmelo), por lo que mi maravillosa crema será muy hidratante, para pieles mixtas antibrillos, con colágeno para el contorno de ojos, baba de caracol para el óvalo y caviar para la luminosidad.
Por supuesto no puedo olvidar el cansancio que a veces muestra mi tez así que buscaré la rosa mosqueta que es antifatigué ( que dicen los franceses, que saben mucho de esto).
Por ello mi crema será muy hidrante, para pieles mixtas antibrillos, con colágeno para el contorno, baba de caracol para el óvalo, caviar para la luminosidad, y rosa mosqueta para la fatigué.
Creo que con estas pequeñas indicaciones la amable dependienta de la perfumería a granel, sabrá exactamente lo que necesito, y que será fijo, la de 218€ claro.

Después me pelearé con la amable dependienta, porque yo le diré : perdone señorita, ¿ y la Nivea de toda la vida no hace nada de eso?, o sea, no tiene nada de baba, caviar, rosa, colágeno o algo para la antiestética cara de gilipollas que se me está quedando?
A lo que la YA no tan amable dependienta responderá: ¡Ah¡ bueno¡ Si lo que usted quiere es algo de BAJA gama....
Y eso último me lo escupirá a la cara, como si el establecimiento en cuestión no fuera una perfumería a granel, sino una exclusiva para clientas super estéticamente operadas y de bolsillo desahogado, no como el mío que está a punto de la asfixia. ( no te jode...)

Pero como yo tengo más moral que el Alcoyano, seguiré errre, que erre, hasta lograr llevarme una crema en condiciones.
Ya metidos en harina, y con la dependienta comida la moral y pensando por qué dejaría ella los estudios con lo bien que se le daba la pretecnología, comienza el segundo asalto, que es el tema del pelo.
En esto no hay nada que decir. Sé, como sabía con mi crema, "exactamente" lo que quiero, y así se lo expongo a la sofocada dependienta:
Mira, mona, necesito, un champú, anticaspa, pero de uso diario, que de volumen y evite el encrespamiento a la vez que cuidando el cuero cabelludo me proteja las mechas del calor y me cierre las puntas sin engrasarme las raíces. OK?
Ya con los acondicionadores es otro cantar. Porque a mí me pasa algo curioso que quizá sea fruto de darle a mi pobre pelo mensajes contradictorios y que esto haga que se confunda.
Esto es: Cuando me lavo el pelo con un champú para el liso intenso, y me acondiciono con la mascarilla hidra liso y me añado espuma para un desrizado profesional, me queda el pelo precioso, pero más parezco el del 11811, que Pocahontas ( que era mi meta) y sin embargo, cuando me lavo con el rizo vivo, me acondiciono con la mascarilla caracoles perfectos, y me doy la espuma onda sublime, me queda estupendamente liso como la del telediario de la 1. ¿Será que mi pelo no sabe a qué atenerse?

Todo esto se lo expondré tal cual, a la ahora mismo furiosa dependienta, que está para asesorarme ( y si no que hubiera elegido muerte) porque necesito una solución rápida, drástica, y económica (ja, ja).

Pues bien.
Si el mundo fuera más sencillo, sólo existiera un tipo de crema, un tipo de champú y un tipo de patata (porque manda cojones, que ahora hay seis tipos y una no sabe si escoger uno sólo, o llamar a un porteador para llevarte los tres kilos por cada uno de los seis tipos de patata al hombro¡¡¡), si como digo, sólo se pudiera escoger uno de cada, quizá la cosa nos fuera mejor y habría menos estress y menos suicidios de amables dependientas....en fin....

Menos mal que yo lo tengo claro, porque si no, la visita a la perfumería sería un desastre y la desgracia de mi precioso moreno se cerniría sobre mí irremediablemente.
No hay como ser clara y concisa.
Dí que sí.

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