jueves, 30 de abril de 2020

¿Por qué yo tengo caries y tú no?


Buena pregunta. Yo no tengo caries porque yo no como chuches y tú sí. Bueno, no es tan simple como eso pero algo hay de cierto.

¿Sabes exactamente lo que es una caries dental? Pues pon atención.

Es una de las afecciones bucales más habituales. Consiste en una desmineralización del esmalte de los dientes producido por los ácidos que aparecen cuando la placa bacteriana (las bacterias cariogénicas) descompone el azúcar de los alimentos en la boca.

Indudablemente, el hecho de ingerir alimentos muy azucarados y con relativa frecuencia contribuye a que haya más posibilidades de sufrir caries, pero existen muchos otros factores que pueden aumentar el riesgo de aparición de caries, tales como:
  • Higiene bucal deficiente. Después de cada comida y en especial si se han tomado alimentos azucarados es importante lavarse bien los dientes, incidiendo en los espacios interdentales (con el hilo dental) y enjuagando bien la boca (con colutorios con flúor) para evitar que queden restos entre las encías.
  • Sequedad bucal. Hay personas que no producen suficiente cantidad de saliva por lo que tienen la boca seca. Esto puede favorecer la multiplicación de microorganismos. Algunos medicamentos producen sequedad bucal. Es importante beber agua al final de las comidas para diluir los ácidos y mantenerse hidratado para evitar que el pH baje.
  • pH de la saliva. El pH óptimo de tu saliva sería el que se sitúe alrededor del 7. Cuanto más bajo sea el pH, más ácido será el entorno y más posibilidades hay de que el esmalte se pueda dañar. Además de los azúcares, el tabaco y el alcohol resecan las mucosas y bajan el pH. Existen personas con un pH salival más alto, por lo que tienen menos facilidad para producir caries. ¡Vaya suerte!
  • Deficiencias de flúor. El flúor ayuda a fortalecer el esmalte y remineralizar el diente antes de que la caries produzca un agujero en el diente. Por eso las pastas de dientes que recomiendan los dentistas están reforzadas con flúor.
Cuando tienes una caries se nota perfectamente, ¿verdad?
Pues no, cuando se nota realmente es que la caries es ya de bastante importancia.

Primero se produce un daño en el esmalte y posteriormente en la dentina. Esa perforación en el diente se va haciendo más profunda hasta que llega a la pulpa, que se inflama. Si no se soluciona la caries llegará al nervio, se producirá un absceso y finalmente un flemón que destruirá el hueso y como consecuencia tendrá lugar la pérdida de la pieza dental. Casi nada.



Algunos de los síntomas que deberían hacernos sospechar que algo no va bien son:
  1. Dolor. Ese es el más habitual, porque normalmente no vamos al dentista hasta que nos duele, cosa que es muy mala idea. Cuando sufrimos dolor en un diente es porque ya hay daño en el esmalte y la caries es profunda.
  2. Halitosis. La propia sequedad bucal puede dar lugar a un aliento más fuerte. Si hay más cantidad de placa bacteriana también se producirá mal alimento, así que toma medidas.
  3. Mayor sensibilidad dental. Cuando la caries llega a la pulpa el nervio se inflama y hay más sensibilidad al frío y al calor. Si normalmente no te pasa consulta al dentista porque puede ser producto de una caries profunda.
  4. Sangrado importante. Si te cepillas muy fuerte es posible que te sangren un poco las encías, pero cuando ese sangrado es más abundante o más habitual puede ser por una aumento del tejido gingival. No lo dejes pasar.
  5. Dientes oscuros. El tabaco, el alcohol o el café en exceso pueden amarillear los dientes, pero también una caries que está destruyendo el esmalte y modificando la pigmentación puede dar lugar a manchas oscuras. Consúltalo.
  6. Fracturas de dientes o pérdida de alguna pieza. Este es un síntoma muy aparatoso, que puede ser debido a la debilitación del esmalte. También hay enfermedades de las encías que producen este efecto. Es causa de una visita urgente al dentista.
El tratamiento con flúor (en gel o barniz) puede ayudarte en las primeras etapas a revertir el daño en el esmalte. Cuando la caries sea más profunda será necesario un empaste con resinas o porcelanas. Si el diente está muy débil o dañado es posible que necesites una corona, que es cubierta hecha a medida del diente que reemplaza la corona natural y evita que lo pierdas. Y si el daño es irreparable quizá sea necesaria la extracción del diente y la colocación posterior, si así lo recomendara el dentista, de un implante. Para evitar el dolor por daño en el nervio pero conservar el diente se puede realizar una endodoncia en la que se extraerá la pulpa dañada y se rellenará y sellará la cavidad.

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No esperes a que el problema sea grave y acude a revisiones dentales con regularidad o ante el primer síntoma de que algo no va bien. De verdad que te puedes ahorrar, además de dinero, muchos disgustos.

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Xtusalud y la de los tuyos.

martes, 28 de abril de 2020

Que el trabajo no influya en tu salud



Pasamos muchas horas en el trabajo. Muchísimas. Por eso es importante procurar estar lo más cómodo posible, tanto a nivel físico como emocional. ¿No te parece?

El 28 de Abril se celebra el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo.

Por eso se me ha ocurrido darte algunos tips para que tu estancia en el trabajo sea un poco más confortable. ¿Me sigues?
  1. Tu mesa de trabajo es un refugio. Personalízala. Puedes poner una foto de tu familia, o del guaperas de turno que te tiene loco, o de la actriz de tus sueños. Así al mirarla te reconfortarás. ;) Tampoco se trata de hacer un altar que moleste al compañero de al lado. Vamos a ser coherentes con el espacio.
  2. Utiliza un monitor de buen tamaño. Si estás todo el día frente a una pantalla, ésta debe ser de un tamaño adecuado y debe estar colocado de forma que no debas agachar la cabeza para mirar la pantalla. Perpendicular a tu línea de visión. Así no cargarás las cervicales, ni forzarás tanto la vista.
  3. Descansa los ojos cada hora y media como mucho. Mira a otras distancias para que el ojo tenga que enfocar otras imágenes que no estén siempre a la distancia de la pantalla. Si no, el ojo se vuelve vago. Parpadea varias veces para humedecer la córnea y si puedes sal a la luz natural o asómate a una ventana.
  4. Siéntate en una silla con respaldo, con el culete lo más atrás posible. Así apoyarás los riñones. Es bueno que tenga ruedas porque la espalda estará menos rígida, pero que no sirva de excusa para ir rodando hasta la impresora sin levantarte.
  5. La mesa debe estar a una altura tal que los brazos apoyados queden en ángulo recto. Así no cargarás los hombros y los codos tampoco sufrirán mala posición.
  6. Los pies no deben estar colgando. Si no llegas al suelo ponte un reposapiés, para no forzar los cuádriceps durante horas.
  7. Levántate y anda. Cada rato, aunque sea un minuto. Y aprovecha para estirar la espalda, los hombros y el cuello.
  8. Bebe agua todo el tiempo. Ten una botella siempre llena a tu lado y ve dando sorbos a cada rato. Estar hidratado evitará que te duela la cabeza.
  9. Toma un tentempié a media mañana y a media tarde. Las mejores opciones que se me ocurren son, por ejemplo: Fruta entera, frutos secos (sin sal, o te darán sed), un yogur (natural sin azúcar, mejor), un café o una infusión, un bocadillito integral vegetal…
  10. Mantén tu sitio ordenado. No solo porque te facilita el trabajo y das mejor imagen al jefe, sino por respeto a tus compañeros.
  11. La luz debe ser mejor indirecta para no deslumbrarte y dar reflejo en la pantalla pero suficiente para que no fuerces la vista.
  12. Si utilizas mucho el teléfono, unos auriculares evitarán que utilices más un oído que otro y que contractures un lado del cuello.
  13. Realiza revisiones periódicas de salud para poder poner remedio cuanto antes. si surge algún problema. En Xtusalud tienes los mejores profesionales a tu servicio.
Para garantizar tu seguridad:
  • Pregunta y conoce los protocolos de actuación en caso de emergencia.
  • Ten localizadas las salidas de emergencia y comprueba que están en buen estado y no están bloqueadas.
  • Asegúrate de que la maquinaria que utilizas cumple todos los cánones de seguridad y que sabes manejarla bien. Si no es así, pide que te instruyan.
  • Comprueba que el mobiliario de tu oficina es adecuado y que está correctamente montado, para evitar accidentes.
  • Solicita a tu supervisar en caso de no disponer de accesorios que incidan en tu seguridad como puedan ser cascos, guantes, delantales…
  • Si tienes que cargar peso, aprende las posturas de seguridad para no hacerte daño: rodillas flexionadas, hombros relajados, brazos pegados al cuerpo…seguro que tu empresa existe un protocolo de prevención de riesgos laborales. Pídelo y no olvides leerlo con atención.
  • Pregunta a tus superiores todas las dudas que tengas al respecto. La prevención siempre es lo más importante.

Para manejar el estrés:
  • Prioriza actividades. Según la importancia, o la urgencia, o el calendario de presentación. Es importante porque así no malgastarás el tiempo en tareas menores.
  • Delega. Si no es necesario que lo hagas tú, reparte las tareas de forma equitativa. No eres imprescindibles. Nadie lo es.
  • Cuando te veas agobiado o estresado, para. Levántate, respira hondo, recapacita y descansa unos minutos. Si te bloqueas no trabajarás bien.
  • Intenta ser asertivo. Eso significa que no tienes que callarte las cosas, pero debes defender tus ideas con respeto y moderación.
  • buen compañero. Normalmente la amabilidad y el compañerismo no caen en saco roto. Si tú eres majo con los demás, los demás lo serán contigo.
  • Practica actividades extralaborales para desestresarte, evadirte y divertirte. No todo es trabajar. Estar con amigos simplemente tomando algo, un rato a la semana, te puede venir mejor que una terapia.
  • Haz deporte. Recargarás energía, mantendrás mejor el peso adecuado, gestionarás la ansiedad y descansarás mucho mejor.
Y sé positivo. Cuando te tomas las cosas con una actitud abierta, los resultados suelen ser mucho mejores. Aprende de tus errores, empatiza con tus compañeros y sé resiliente. Lo mejor de tu vida puede que esté por llegar.

Si el estrés te ha superado pide ayuda psicológica. En Xtusalud sabemos cómo ayudarte.

Garantiza tu tranquilidad y la de tu familia con un seguro de salud, de vida o de decesos a tu medida. Xtusalud y la de los tuyos.

jueves, 23 de abril de 2020

¿Necesitas ayuda para pasar el duelo?



Oímos continuamente hablar del duelo, pero nos parece que es algo que en realidad no existe hasta que pasamos por una pérdida cercana. Y más tarde o más temprano todos perdemos a un ser querido y sufrimos por ello y lo vamos superando poco a poco.
Quizá entender que el proceso de duelo existe de verdad, conocer qué es exactamente y qué fases hay que pasar te sirva cuando te encuentres en un momento de desconsuelo.
¿Qué es el duelo?
El duelo es un proceso interno que se desarrolla cuando sufrimos una pérdida que nos afecta emocionalmente. Siempre se relaciona con la muerte de un ser querido, pero también existe duelo cuando perdemos un trabajo o sufrimos un cambio drástico en nuestras vidas, como una mudanza o una ruptura sentimental. Obviamente la importancia del hecho y la forma de sobrellevarlo es diferente.
En muchas ocasiones el duelo se pasa de forma natural, es decir, sin ser conscientes de estar pasando por un proceso de pérdida, quizá tan solo de unos días malos, de una temporada más melancólica o unas semanas de apatía.
Pero en otras ocasiones, sobre todo cuando hablamos de la muerte de un amigo o familiar querido, entonces pasamos de forma consciente por una etapa de luto o duelo que consta de varias etapas y que hay que pasar para realmente superar ese momento.

Las etapas del duelo fueron descritas por una psiquiatra americana, especializada en cuidados paliativos que observó cinco diferentes estados mentales por los que pasa una persona a la que se le muere alguien cercano. No siempre estos estados aparecen en el mismo orden, pero pasar por todos, según esta investigadora, es importante para aprender a gestionar el dolor y superarlo.




Etapas del duelo
  1. Etapa de negación
Es una etapa corta, porque choca frontalmente con una realidad que debemos terminar aceptando. Es, en realidad, un mecanismo de defensa del organismo que quiere aplacar el golpe y disminuir el dolor que nos produce la muerte. Puede ser explícita, es decir, que verbalmente neguemos que la persona ha muerto, aunque esto sucede en los primeros instantes porque es insostenible, o no explícita, es decir, que aunque parece que aceptamos que se ha ido, en realidad no nos lo creemos del todo.
  1. Etapa de ira
Es quizá la etapa más comprensible. Estamos frustrados porque no podemos hacer nada por revertir la situación, y eso nos produce rabia y resentimiento. Y reconocemos que posiblemente es injusto culpar a nadie, pero es una vía de escape, porque no podemos aceptar que esta situación sea inamovible.
  1. Etapa de negociación
Esta etapa puede aparecer antes de la muerte de la persona, sobre todo cuando está muy enfermo y nos dicen que el final está cerca. Se fantasea con la posibilidad de evitar esa muerte, e incluso “negociamos” con Dios para que le salve, a cambio de alguna promesa. Es una etapa agotadora, porque se da de bruces con la realidad, así que también suele ser breve.
  1. Etapa de depresión
Es una etapa que puede ser larga y que puede ampliarse a una depresión patológica, que debe ser tratada como tal, fuera del proceso de duelo. En este momento es cuando puedes pedir ayuda a un profesional. Es la etapa en la que aceptamos que la persona ha muerto y eso nos produce una profunda tristeza que no se remedia ni con negaciones ni con fantasías, y que nos hace sentirnos vacíos, no solo porque no podemos cambiarla, sino por el sentimiento de no saber continuar sin ese ser querido a nuestro lado.
  1. Etapa de aceptación
Nos damos cuenta de que la vida sigue, de que la persona amada no va a volver y que vamos a tener que aprender a vivir sin ella. No es una etapa feliz, seguimos sintiendo una honda tristeza por la pérdida, pero nos damos permiso para seguir con nuestras vidas, sin sentirnos culpables por ello.
La duración del duelo es muy variable, depende del tipo de pérdida, si ha sido o no inesperado, de si era una persona joven o muy mayor, de la relación que tuviéramos con esa persona…y puede ir desde los pocos mesas hasta los varios años.

Unas personas lo vivirán de modo muy físico, dejando de comer, o dormir o incluso enfermando y otras personas los sufrirán de forma más emocional con llanto, cansancio, apatía, silencio, soledad…

Siempre, siempre, que veas que no lo poder sobrellevar solo pide ayuda. Primero a las personas que tienes cerca y si es necesario a un profesional. Si no quieres tomar medicación puedes encontrar productos naturales con vitaminas, minerales, aceites esenciales o extractos de hierbas y plantas como las Flores de Bach,  que te pueden dar un empujoncito para subir el ánimo. Los encuentras en nuestra tienda natural Xtusalud y en nuestra Parafarmacia.

No podemos elegir todo lo que nos sucede en la vida, pero sí la forma de gestionarlo.Garantiza tu tranquilidad y la de tu familia con un seguro de salud, de vida o de decesos a tu medida.

Xtusalud y la de los tuyos.

martes, 21 de abril de 2020

Las mamás nos comemos siempre el plátano pocho



Pues sí. Nos comemos el plátano pocho. Porque las mamás somos tontas, dirá alguno, o simplemente no nos gusta tirar la comida. Y eso implica que, como la mamá de Manolito Gafotas, terminamos comiéndonos el plátano pocho que no quiere nadie.
Pero es que, en cuestión de plátanos, es difícil encontrar el que esté en el punto de maduración justo para que los niños los acepten de buena gana, o al menos no se declare la segunda guerra mundial para comerse apenas media pieza. ¿O no?
Bueno, pues queridas mamás, comerse el plátano pocho quizá no sea tan buena idea como tirarlo (con todo el dolor de nuestro corazón).
El plátano es una fruta excelente.
Es una fruta tropical que pertenece a la familia de las musáceas. Se cree que es originaria de Asia, concretamente de la India y que llegó al Mediterráneo gracias a los árabes. Tras llegar a Canarias, donde se observó que su cultivo se daba con mucha facilidad, fue trasladado hasta América.
  • Es fácil de transportar y de pelar.
  • Su piel protege la pulpa de la contaminación y los golpes.
  • No tiene hueso.
  • Pesa aproximadamente 100 gramos de los cuales unos 66 constituyen la porción comestible.
  • Es de sabor dulce y agradable.
  • Es rico en potasio.
  • Es fuente de magnesio.
  • Contiene vitaminas como la vitamina A (betacaroteno), vitamina C, vitamina B6 o ácido fólico (B9).
  • Contiene un 3% de fibra.
  • Aporta inulina, un carbohidrato complejo formado por cadenas de fructosa y considerado como un prebiótico que estimula la flora intestinal.
  • No contiene apenas grasas.
Y algo importante para las madres: Es bastante bien tolerado por los niños. Si lo comparamos con una mandarina, por ejemplo, aunque también es cierto que todo depende de lo bien que acostumbremos a los niños a tomar distintos tipos de frutas desde muy pequeños.

Por lo tanto. El plátano es beneficioso para el organismo porque:
  • Su combinación de potasio e hidratos de carbono hacen que aporte energía para los músculos, lo que lo convierte en un excelente alimento para deportistas o para niños hiperactivos que van a estar dos horas corriendo sin parar en el parque.
  • Ayuda a mantener la presión arterial en valores normales porque es pobre en sodio y rico en potasio (contiene un 74% de agua).
  • Su contenido en fibra hace acelere el tránsito intestinal y evite el estreñimiento y problemas asociados.
  • Es un alimento alcalino que combate la acidosis metabólica. Y el exceso de ácidos en el estómago.
  • Contribuye al normal funcionamiento de los riñones y evita la acumulación de líquidos.
  • Es saciante, por lo que puede ser buen aliado en dietas de adelgazamiento (solo aporta 89 calorías por 100 gramos).


Pero ¿qué pasa entonces con el plátano pocho?

A medida que el plátano madura va perdiendo almidón y ganando azúcares más simples, en su mayoría sacarosa. La sacarosa está formada por glucosa y fructosa, azúcares que se absorben con facilidad y dan energía de manera inmediata. Es decir producen picos de glucemia, pero se gastan muy rápidamente.
El plátano pocho ha perdido gran parte de sus vitaminas y antioxidantes y por supuesto tiene menos fibra.

¿Y un plátano verde?

Un plátano verde tiene gran cantidad de fibra y prebióticos pero poco contenido en azúcares. Es mucho más difícil de digerir y puede resultar indigesto.
Vamos que ni una cosa ni la otra. Hay que consumir el plátano en su punto justo de maduración, para que podamos aprovecharnos de todas sus propiedades y que nos siente de lujo.

Si eres diabético también puedes consumir plátano, la Fundación para la Diabetes lo corrobora, aunque deberás hacer caso de las cantidades y la frecuencia que tu médico te aconseje según cada caso. Si tienes alguna duda consulta con un endocrino o un nutricionista. Ellos son los que mejor te van a aconsejar. Xtusalud y la de los tuyos.

jueves, 16 de abril de 2020

No grites. Aprende a cuidar tu voz



La voz es un instrumento necesario para comunicarnos, incluso en la era digital y la verdad es que le hacemos muy poco caso.
Y nos pasa como con los dientes, no nos acordamos hasta que tenemos un problema, en este caso, hasta que nos quedamos roncos.
Hay muchos factores que influyen en nuestra voz y que pueden producirnos afecciones de garganta, algunos de los cuales son externos a nosotros y en otros tenemos algo (o bastante) de culpa.

Por eso te voy a dar algunos consejos para que cuides la voz:
  • Evita el tabaco y los ambientes con mucho humo. El humo del tabaco reseca el ambiente y las mucosas de tu garganta se ven afectadas. Además las sustancias tóxicas del cigarro pueden desgastar tus cuerdas vocales y producir ronquera crónica.
  • Ten cuidado en los ambientes con mucho ruido, como un concierto o un centro comercial. Tendemos a elevar el tono de voz, pero si no sabemos hacerlo con cuidado irritaremos la laringe y nos producirá dolor y ronquera.
  • Protege tu cuello con pañuelos o bufandas. Tanto para el frío del invierno, como para los aires acondicionados en verano. El frío afecta directamente a la mucosidad de la garganta que se seca y deshidrata produciendo fricción y rozamiento que causa dolor.
  • Practica técnicas de respiración cuando tengas que hablar largo tiempo. Los cantantes las usan para no dañar el aparato fonador. Si respiramos desde el diafragma evitaremos contraer la laringe al hacer un esfuerzo.
Para ello, inspira lentamente y observa cómo se infla tu abdomen. Espira mientras tu abdomen baja. Esa es la respiración diafragmática y sirve también para tomar conciencia del ahora y relajarte.
  • Duerme lo necesario. La fatiga afecta a la voz.
  • Haz ejercicio de forma regular. Aunque no lo creas tener una musculatura fuerte y mayor capacidad pulmonar nos puede ahorrar muchos disgustos con la voz. Evitaremos contraer la laringe ante cualquier pequeño esfuerzo.
  • Si vives en un lugar muy seco utiliza un humidificador para que la humedad del aire no baje del 30%. Un truco que resulta bastante práctico es colocar un recipiente con agua colgado del radiador de casa (siempre que no sea un radiador eléctrico que quema, claro). Así aumentas la humedad de la habitación.
  • Cuidado con los enjuagues bucales que contengan alcohol o sean muy fuertes. Puede producirte irritación.
  • Si tienes ronqueras de repetición busca ayuda en un logopeda o foniatra que te ayude con terapias para aprender a no forzar la voz cuando hables y evitar gritar de forma dañina.


Además la dieta también es un factor importante a la hora de cuidar la voz.
  • Bebe abundante líquido, preferiblemente agua del tiempo. Así mantendrás las mucosas hidratadas.
  • Evita las bebidas muy frías o muy calientes. Dañan igualmente las paredes de la garganta.
  • Cuidado con el alcohol y la cafeína que producen deshidratación y sequedad en la laringe.
  • No tomes comidas picantes o muy condimentadas que aumentan la producción de ácido y pueden causar reflujo.
  • Incluye en tu dieta alimentos ricos en agua y que contengan vitamina A, C y E, que mantienen la salud de las mucosas y de la boca como las frutas, hortalizas y verduras.
  • No te olvides de los ácidos omega 3, que tienen acción antiinflamatoria y que encuentras en pescado azul o frutos secos.
  • El calabacín, el apio o las judías verdes son ricas en fibra soluble que protege las mucosas internas.
  • La infusiones de malva, de salvia, de propóleo o de manzanilla tienen propiedades antisépticas y antinflamatorias y son buenos remedios para las afecciones de garganta.
Lo dicho: ¡¡No me grites que no te escucho!!

Cuida tu voz porque no se puede cambiar y pregunta a tu médico si te ha quedado alguna duda.
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Xtusalud y la de los tuyos.

martes, 14 de abril de 2020

¡OMG! ¡Me huelen los pies!



A mí no… era Emilio Aragón, el que lo decía…. ;)
Pero que levante la mano el que no conozca a alguien con este problemilla.
De todos modos hay olores y olores. A algunos, los pinreles les huelen un poquito, pero en otros casos, como coincidas en un coche con ellos, date por muerto, puedes hasta desmayarte. Y no es broma.

¿Y por qué huelen los pies?

Pues aunque parezca lo contrario, los pies no huelen solo por falta de higiene.
En nuestra piel, de forma natural, tenemos bacterias, que cuando entran en contacto con el sudor proliferan y por efecto del aire se descomponen en amonio y ácido graso. Y esos compuestos huelen. Se da la circunstancia de que en los pies tenemos unas 250000 glándulas sudoríparas, ¡ojo! así que si hay exceso de sudoración (hiperhidrosis) hay más posibilidad de que esto suceda. Pero lo que huelen son esas bacterias que se descomponen no el sudor en sí.
Esto tiene un nombre científico, cómo no, “podobromhidrosis”.

Las causas de que los pies suden más de lo normal y por tanto haya más posibilidad de que se produzca este trastorno son muy variadas:
  • Hormonales. En el momento de la adolescencia y primera juventud, las hormonas están revolucionadas a tope. Por eso a tu hijo le huelen los pies aunque se duche todos los días.
  • Alimentación. Existen algunos alimentos que al metabolizarse dan lugar a moléculas que se elimina por el sudor y que son causantes de un olor desagradable. Por ejemplo la cebolla y el ajo.
  • El estrés y la ansiedad también pueden producir más sudoración y eliminación de hormonas. Así que los pobres adolescentes tienen todas las papeletas para tener este problema.
  • Infecciones por hongos. La aparición del “pie de atleta” o de papilomas y otros virus es frecuente en chavales que hacen deporte y mantienen sus pies húmedos o son usuarios de piscinas o de vestuarios. Estos gérmenes también producen mal olor.
  • El uso de un calzado o de unos calcetines que no dejen respirar al pie también produce un aumento de la humedad de la piel y la aparición del olor.
  • Además puede haber algunas enfermedades renales o metabólicas y/o alteraciones en las glándulas apocrinas (un tipo de glándulas sudoríparas), que produzcan problemas con la eliminación del sudor.
  • El tabaco y el alcohol tienen productos de deshecho que se eliminan también a través del sudor, dando lugar a un olor característico.
  • Algunos fármacos, como los antidrepresivos también pueden ser causantes de este trastorno.

¿Se puede hacer algo? ¡¡por favor!!

Pues claro, hay muchas soluciones para minimizar y/o acabar con el olor a queso. Por cierto, se dice que huele a queso porque el olor recuerda a los quesos curados y esto es así porque alguna bacteria de las que fermentan los quesos es de la misma familia que las que tenemos en los pies, qué curioso, ¿verdad?
  • Siempre que vayas a ir al gimnasio o a la piscina utiliza chanclas. No pises en el suelo y sécate bien la planta del pie. Así evitarás las infecciones por hongos.
  • Cuando hagas deporte utiliza unos calcetines que transpiren y un calzado adecuado y cámbialo si se te moja. No pasa nada por usar varios calcetines en un día, si ves que sudas mucho.
  • Cuando te quites el calzado déjalo en un lugar aireado para que se seque o pon papeles de periódico para quitar la humedad. Y cambia la plantilla si ves que se está deteriorando.
  • Limpia bien con jabón todo el pie, no solo con agua y pon atención en la zona interdigital. Pero tan importante como jabonarlos bien es secarlos adecuadamente, tanto la planta como entre los dedos para que no quede resto de humedad.
  • Utiliza productos adecuados para secar la zona del pie y neutralizar el mal olor (polvos, desodorantes, antitranspirantes…). Puedes encontrarlos en tu tienda natural Xtusalud y en nuestra parafarmacia.
  • Si observas cualquier grieta, dureza, herida, mancha o punto sospechoso acude sin dudar a un podólogo de confianza para que te de las indicaciones pertinentes.
  • Para los casos más tozudos existen fármacos que obstruyen las glándulas sudoríparas, intervenciones que las eliminan o toxinas (como la toxina botulínica) que las tapa durante un tiempo, pero debe ser un profesional el que te informe de los pros y contras de cada una de estas opciones y decida contigo cuál es la que más te conviene.
Y no te preocupes. Casi todo tiene arreglo en esta vida. Sólo hay que ser consciente del problema e investigar para dar con la mejor solución para tu caso.

Garantiza tu bienestar y el de tu familia con un seguro de salud, vida o decesos a tu medida.
Xtusalud y la de los tuyos.

lunes, 6 de abril de 2020

¿Nos echamos una siestuca?




Cada mañana, al sonar el despertador pienso que me quiero morir. Tú también ¿verdad? Y es que ese momento en el que tienes que sacar los brazos y las piernas de la cama y dar el primer impulso para levantarte es, posiblemente, el peor momento del día. Así que siempre pienso: luego si puedo, me echo una siestuca.
Casi nunca puedo cumplirlo, pero si fuera posible me la echaría sin duda. ¿Y tú?
Pues claro que sí. Y es que una siesta es uno de los mayores placeres de la vida, y cómo no, se nos ocurrió aquí en España.

Dicen los que saben de estas cosas, que en realidad no está claro si fue aquí o en algún país mediterráneo. Durante los meses de verano, las personas que trabajaban en el campo, debían parar unas horas al mediodía a causa del calor, y como normalmente se habían levantado temprano para aprovechar las primeras horas de luz, durante ese parón se echaban a dormir a la fresca para recuperar fuerzas.

Siesta, viene del latín y significa “hora sexta” y se refiere a la sexta hora de trabajo, hacia las doce del mediodía (si amanece sobre las seis), cuando el calor ya aprieta.

Ahora que ya estamos muy puestos en el término en sí mismo, te voy a contar por qué es buenísimo (incluso en invierno) echarse un ratito de siesta:
  • El bajón que sentimos a partir de mediodía y sobre todo tras la comida se denomina, según los expertos en sueño “efecto postprandial”. Se produce por el gasto de energía, que el trabajo de la mañana y el proceso de digestión conllevan. Por eso sentimos la necesidad de reposar, y al hacerlo conseguimos lo que nuestro cuerpo necesita para continuar el resto del día.
  • Según la “Fundación del Corazón”, la siesta puede prevenir cardiopatías, porque ayuda a reducir el estrés y a liberar hormona del crecimiento, que actúa contra el cortisol, estimulando el trabajo del sistema inmunológico y ayudando a rebajar los niveles de glucosa y a metabolizar las grasas.
  • Al reducir el estrés y la ansiedad y bajar pulsaciones logramos mejorar los niveles de presión arterial, que también es un factor de riesgo para el corazón.
  • Como sucede con el sueño reparador de la noche, la siesta puede ayudar a fijar los conocimientos adquiridos durante la mañana o al menos a ver las cosas con mayor claridad. Así que si estás atascado en un proyecto, prueba a dormir una siesta pequeña y te despertarás con las ideas más claras.
  • Un descanso en su justa medida mejora la concentración para el trabajo por la tarde, estimula la creatividad y favorece la resolución de problemas, porque te vas a sentir más positivo y más resiliente, y no te vas a dejar vencer tan fácil por las adversidades.
En los niños las pequeñas siestas a lo largo del día son muy importantes para su desarrollo, sobre todo hasta los tres años. A partir de esa edad y hasta los cinco, si el niño duerme unas 11 horas por la noche, las siesta de después de comer no es necesario que dure más allá de 30 minutos. Pero cada niño es un mundo, así que tú como padre sabrás lo que le conviene más a tu hijo (y a ti, por supuesto  😉  ). Y si tienes cualquier duda tu pediatra te podrá ayudar.


Como todo en esta vida, la siesta también tiene sus contras, sobre todo si no la haces bien.
  • Si te pasas de tiempo (no más de media hora) puede interferir en tus biorritmos, es decir, que luego por la noche no pegues ojo. Es obvio, pero muchos se pasan dos horas roncando y luego a las doce de la noche siguen con los ojos como platos.
  • Cuidado si eres hipertenso y te pasas con el tiempo de siesta, porque aunque el descanso baja la tensión en un principio, la alteración de los ritmos circadianos puede tener efecto rebote en estas personas.
  • No te tumbes del todo. Es mejor que estés semisentado, para no interrumpir la digestión. Una siesta muy larga también puede darte sensación de pesadez.
  • Si vas a tomar café hazlo justo antes de dormir. La cafeína tarda unos veinte minutos en activar tu cuerpo, así que te servirá como “despertador”. También puedes tomar alguna infusión calentita que te entone el cuerpo. Las tienes en nuestra tienda natural Xtusalud.
  • No es necesario la oscuridad total ni el silencio sepulcral. Se trata de descansar unos 20-30 minutos, pero si te aíslas completamente será más difícil despertar. Un “duermevela” es igual de efectivo y te costará menos espabilar.
Así que busca un lugar tranquilo y a buena temperatura y cierra un ratito los ojos. Te despertarás con ganas de enfrentar la tarde a tope!!

Si tienes algún problema de insomnio consulta con un especialista por si la siesta no fuera conveniente en tu caso y recuerda que en nuestra parafarmacia tienes soluciones naturales para el mejorar el sueño.

Xtusalud y la de los tuyos

jueves, 2 de abril de 2020

¿Te atreves con el veganismo?




Dicho así parece que estoy hablando de una secta, o algo así. A ver, que no. Me refiero a si te atreves a preparar alguna receta vegana o vegetariana. Pues claro que te vas a atrever. Y encima te va a encantar.
Pero vamos a empezar por el principio.

¿Qué es ser vegano?

Una persona vegana, no es simplemente alguien que no come carne. Es una postura ideológica, un modo de vida, en la que se está en contra del sufrimiento animal, en todas sus formas, y una de ellas se traduce en no comer alimentos animales ni productos elaborados con ellos.

Es decir. Una persona vegana no come carne ni derivados, ni pescados, ni huevos, ni lácteos, ni miel, pero tampoco utiliza prendas de lana, cuero o seda ni compra productos testados en animales, como sucede con algunos cosméticos o medicamentos.

Se diferencian de las personas vegetarianas, en que en el segundo caso, se trata más de una forma de alimentarse, que una forma de vida completa. Los vegetarianos no comen carne ni pescados, pero en ocasiones son más flexibles con los productos que vienen de los animales y que no necesitan matar al animal para obtenerlos, como el caso de la leche, los huevos o la miel.

Para denominar a todos estos tipos de alimentación encontramos términos como ovolácteovegetariano (que come lácteos y huevos), cruditariano (que come todo crudo) y ya, rizando el rizo, y que me perdonen pero a mí me da un poco de risa, los flexitarianos, que comen un poco de todo, aunque preferiblemente verduras y productos frescos (vamos los omnívoros de toda la vida, pero preocupados por comer bien). En fin.

Yo he de decir que cada vez soy más vegetariana. Como menos carne y pescado, y me he aficionado más a las verduras y legumbres, pero no le hago ascos a un buen jamón, o a un exquisito trozo de queso, que me pierde. ;)

¿Es mejor ser vegetariano o vegano o comer de todo?

Pues no hay nada que sea mejor ni peor. Ser vegetariano estricto o vegano es una opción perfectamente válida, siempre que tu variedad de verduras no ser quede en la lechuga y el repollo o que no conozcas más cereales que el arroz. Porque entonces es cuando puedes tener alguna carencia de nutrientes. Si combinas bien las frutas, verduras, hortalizas, los cereales, las legumbres y los frutos secos, no tienes por qué tener ningún problema. Conseguirás proteínas de buena calidad, grasas saludables, hidratos complejos y vitaminas y minerales a tutiplén.
Si añades lácteos o huevos entonces tu dieta será completamente equilibrada, aunque no vuelvas a probar la carne o el pescado.

¿Qué nutrientes son los más controvertidos a la hora de ser vegano?

El calcio, el hierro, el cinc y la vitaminas B12 y D son los que más debate han generado siempre entre los defensores y detractores del veganismo.
  • El calcio se puede encontrar sin problemas en alimentos vegetables como el brócoli, las endivias, el calabacín, la calabaza, las espinacas, la coliflor…
  • Las lentejas, las espinacas, la levadura de cerveza, las semillas de calabaza, el brócoli, el repollo…son fuente de hierro.
  • El zinc se puede encontrar en alimentos no animales como los cacahuetes, el arroz integral o el chocolate negro.
  • La vitamina D es la vitamina del sol y nuestro cuerpo la puede sintetizar cuando recibimos los rayos solares. Así que un paseo al aire libre o algo de deporte exterior nos puede solucionar este problema.
  • Así que sólo nos quedaría la vitamina B12 que únicamente se encuentra en alimentos de origen animal como carnes, pescados, huevo, mariscos… de modo que los veganos estrictos podrían necesitar algún suplemento de esta vitamina. Existen, de todos modos, alimentos enriquecidos con B12 como algunos cereales, levaduras o bebidas vegetales, para reducir el riesgo de carencias. Y los vegetarianos que incorporen huevo o lácteos no deberían tener déficit de esta vitamina.
Un endocrino y/o un nutricionista pueden resolver tus dudas al respecto. Pregúntales en Xtusalud.

Para que no te marches sin un ejemplo te voy a dejar una receta súper buena vegana, que yo cocino mucho y que te va a encantar. Y otro día hacemos un post solo con este tipo de recetas. ¿Te parece?


Quinoa con verduras y setas

Necesitas: Puerro, zanahoria, calabacín,  brócoli, setas, alguna especia como el orégano, perejil o cebollino, almendras picadas, salsa de soja, sal y aceite.

Saltea un puerro, una zanahoria y medio calabacín troceado en dados con un poco de aceite de oliva. Cuece el brócoli para que quede al dente. Añádelo al sofrito junto con las setas (las que más te gusten) troceadas. Saltea unos cuatro minutos.
Añade una taza de quinoa. Remueve y añade el doble y un poco más (dos tazas y media) de caldo de verduras. Cuece hasta que se evapore. Unos veinte minutos. Si necesita más agua la puedes echar, para que la quinoa quede bien cocida. Si prefieres puedes cocinar la quinoa aparte y añadirla al final.
En el último momento añade unas almendras picadas, un poco de perejil y una pizca de curry. Añade salsa de soja al gusto. Ten en cuenta que está salada así que prueba y rectifica de sal al final.

Es un plato completo. Si terminas con una pieza de fruta tendrás un almuerzo o una cena equilibrada y saludable.

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