martes, 14 de abril de 2020

¡OMG! ¡Me huelen los pies!



A mí no… era Emilio Aragón, el que lo decía…. ;)
Pero que levante la mano el que no conozca a alguien con este problemilla.
De todos modos hay olores y olores. A algunos, los pinreles les huelen un poquito, pero en otros casos, como coincidas en un coche con ellos, date por muerto, puedes hasta desmayarte. Y no es broma.

¿Y por qué huelen los pies?

Pues aunque parezca lo contrario, los pies no huelen solo por falta de higiene.
En nuestra piel, de forma natural, tenemos bacterias, que cuando entran en contacto con el sudor proliferan y por efecto del aire se descomponen en amonio y ácido graso. Y esos compuestos huelen. Se da la circunstancia de que en los pies tenemos unas 250000 glándulas sudoríparas, ¡ojo! así que si hay exceso de sudoración (hiperhidrosis) hay más posibilidad de que esto suceda. Pero lo que huelen son esas bacterias que se descomponen no el sudor en sí.
Esto tiene un nombre científico, cómo no, “podobromhidrosis”.

Las causas de que los pies suden más de lo normal y por tanto haya más posibilidad de que se produzca este trastorno son muy variadas:
  • Hormonales. En el momento de la adolescencia y primera juventud, las hormonas están revolucionadas a tope. Por eso a tu hijo le huelen los pies aunque se duche todos los días.
  • Alimentación. Existen algunos alimentos que al metabolizarse dan lugar a moléculas que se elimina por el sudor y que son causantes de un olor desagradable. Por ejemplo la cebolla y el ajo.
  • El estrés y la ansiedad también pueden producir más sudoración y eliminación de hormonas. Así que los pobres adolescentes tienen todas las papeletas para tener este problema.
  • Infecciones por hongos. La aparición del “pie de atleta” o de papilomas y otros virus es frecuente en chavales que hacen deporte y mantienen sus pies húmedos o son usuarios de piscinas o de vestuarios. Estos gérmenes también producen mal olor.
  • El uso de un calzado o de unos calcetines que no dejen respirar al pie también produce un aumento de la humedad de la piel y la aparición del olor.
  • Además puede haber algunas enfermedades renales o metabólicas y/o alteraciones en las glándulas apocrinas (un tipo de glándulas sudoríparas), que produzcan problemas con la eliminación del sudor.
  • El tabaco y el alcohol tienen productos de deshecho que se eliminan también a través del sudor, dando lugar a un olor característico.
  • Algunos fármacos, como los antidrepresivos también pueden ser causantes de este trastorno.

¿Se puede hacer algo? ¡¡por favor!!

Pues claro, hay muchas soluciones para minimizar y/o acabar con el olor a queso. Por cierto, se dice que huele a queso porque el olor recuerda a los quesos curados y esto es así porque alguna bacteria de las que fermentan los quesos es de la misma familia que las que tenemos en los pies, qué curioso, ¿verdad?
  • Siempre que vayas a ir al gimnasio o a la piscina utiliza chanclas. No pises en el suelo y sécate bien la planta del pie. Así evitarás las infecciones por hongos.
  • Cuando hagas deporte utiliza unos calcetines que transpiren y un calzado adecuado y cámbialo si se te moja. No pasa nada por usar varios calcetines en un día, si ves que sudas mucho.
  • Cuando te quites el calzado déjalo en un lugar aireado para que se seque o pon papeles de periódico para quitar la humedad. Y cambia la plantilla si ves que se está deteriorando.
  • Limpia bien con jabón todo el pie, no solo con agua y pon atención en la zona interdigital. Pero tan importante como jabonarlos bien es secarlos adecuadamente, tanto la planta como entre los dedos para que no quede resto de humedad.
  • Utiliza productos adecuados para secar la zona del pie y neutralizar el mal olor (polvos, desodorantes, antitranspirantes…). Puedes encontrarlos en tu tienda natural Xtusalud y en nuestra parafarmacia.
  • Si observas cualquier grieta, dureza, herida, mancha o punto sospechoso acude sin dudar a un podólogo de confianza para que te de las indicaciones pertinentes.
  • Para los casos más tozudos existen fármacos que obstruyen las glándulas sudoríparas, intervenciones que las eliminan o toxinas (como la toxina botulínica) que las tapa durante un tiempo, pero debe ser un profesional el que te informe de los pros y contras de cada una de estas opciones y decida contigo cuál es la que más te conviene.
Y no te preocupes. Casi todo tiene arreglo en esta vida. Sólo hay que ser consciente del problema e investigar para dar con la mejor solución para tu caso.

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Xtusalud y la de los tuyos.

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