lunes, 21 de febrero de 2011

Que pereza....

                                              Hoy es Lunes y los Lunes me dan pereza.

Así en general. Comenzar una nueva semana, cuando lo has pasado tan bien el "finde" da mucha pereza.
Oír al cruel despertador que te recuerda que se acabó lo bueno es agotador de por sí y ponerse en marcha, sacando los pies de la cama calentita ( que es uno de los momentos más terroríficos de la vida de un ser humano) da muchisísima pereza.
La pereza es uno de los siete pecados capitales. Y no es un pecado cualquiera, porque para vencerla lleva implícito romper con un montón  de defectos más como el egoísmo, la irresponsabilidad, la vagancia...
con lo cual es mucho más difícil hacerle frente.
Así que yo creo que más que dinamitar al perezoso, habría que dar un premio al valiente que cada mañana, cuando suena el despertador, lucha contra la super pereza que da levantarse, contra el egoísmo que nos hace pensar: -que se levanten mis hijos sólos que ya tienen tres años-, contra la irresponsabilidad de dejar que el susodicho niño se ponga él solito el Cola -cao,  y contra la vagancia que nos grita desde el subconsciente:  -¡cinco minutos más por favor...!

Pero además de todas estas cosas "pereznables" en sí mismas y que provocan en todos la misma reacción o parecida, hay otra serie de cosas que uffff.....,  a mí particularmente,también me dan mucha pereza.
Por ejemplo, ir un sábado a comer a casa de tus padres y que para empezar a hablar tu padre saque el tema de: -Pues en mis tiempos sí que las pasábamos canutas¡¡¡
Huy..... qué pereza, dices tú de mili.... no puedo soportarlo. Me empieza a doler la cabeza de forma preventiva ella sola, como para protegerme del peñazo de tema a debate sobre la mesa.
También me tira para atrás poner la radio y que un tertuliano comience a hablar de la crisis de las cajas de ahorro o de la legalización de Batasuna, o cómo no del Barça- Madrid.

Nooooooooo, qué rollooooo, otra vez noooo, por favor, qué pereza.

Pero hay algo que en serio, me provoca una reacción de mucha, mucha, mucha pereza.
Son temas o "palabros" del tipo: "Sostenible"
Últimamente todo es sostenible. Las empresas son sostenibles, los proyectos son sostenibles, las ideas deben ser sostenibles, y los negocios son sostenibles.
Obviamente, si una empresa no se sostiene, al igual que un proyecto o una idea o un negocio, pues vaya mierda de empresa, proyecto, idea o negocio, pero es que la idea no va por ahí. Eso era lo que yo creía, pero no. No consiste en hacer bien los números para que sea rentable.
Sostenible es mucho más que eso. Pero se usa tanto, y de manera tan retórica, y por personas tan poco sostenibles, en realidad, que la palabra ha dejado de tener sentido, y a mí me da pereza.
Y no te digo ya si la unes a innovación social, emprendedores, empatía y a i+d+i, que les encanta a todos decirlo como si supieran de qué va ( aunque demuestran claramente que no tienen la mayoría ni idea).

Nada, que no, que hoy lunes no me apetece nada empatizar con la sostenibilidad de las empresas cívicas de clara innovación social. Que no, que me da pereza, tanta casi como hablar del estado de derecho, las fuerzas y cuerpos de seguridad, la cohesión sociocultural y el pacto social.
Que es Lunes oigan, y estoy algo espesa.
Que con la conciliación laboral que tengo que llevar a cabo hoy  en el ámbito domestico, la reestruccturación económica semanal que debo poner en marcha y la reordenación del territorio (nunca mejor dicho) tengo más que suficiente para el primer día tras el descanso Dominical.
Y además más me vale que sea sostenible porque sino se me va el chiringuito a tomar vientos.
Que pereza.......

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